La mayoría de la gente piensa que el éxito depende del talento que tengamos, de dónde venimos o de nuestra suerte. Y aunque estas cosas pueden influir en tus logros, la realidad es que la base de tu éxito está en tu mentalidad.
Tu mentalidad puede hacerte ganar o perder, porque tus creencias básicas – así como tus limitaciones mentales – harán toda la diferencia.
Aquí están 3 cambios mentales que he implementado en mi vida y que puedes adoptar hoy mismo si realmente quieres lograr cosas increíbles.
1. Enfócate en tu progreso, no en los logros de los demás
Es normal compararse con los demás de vez en cuando. Todos lo hacemos. Puede ser inspirador y te puede empujar a aspirar a más en la vida. Pero centrarse constantemente en los logros de otras personas en lugar de concentrarse en el propio progreso puede hacer más daño que bien.
La realidad es que cuando te centras en ti mismo y en tu propio progreso, también te estás centrando en algo que puedes controlar. Te centras en algo que puedes cambiar. Y esto, con el tiempo, hace que te sientas mejor contigo mismo, porque las pequeñas victorias te animan a ir más lejos en la vida, a esforzarte más y a conseguir objetivos más grandes.
2. Aprende a encontrar la oportunidad en cada crisis
Cuando te enfocas en lo negativo te fijas solo en los inconvenientes y en las molestias que el problema ha traído y dejas de ver todas las nuevas posibilidades que presenta el desafío.
La única diferencia entre los problemas y las oportunidades está en tu percepción. Y pensar que hay una oportunidad en cada crisis te abre a las posibilidades que presenta la situación. Te despierta, amplía tu visión y estimula tu mente para que busques formas de transformar el problema en una oportunidad.
Comprométete a enfrentar los desafíos de tu vida con la mentalidad de “¿cómo puedo aprovecharlos a mi favor?” y conviértelos así en una increíble oportunidad para crecer.
3. Cuando creas que nunca tendrás éxito, empuja más fuerte
La mayoría de la gente se queda en su zona de confort porque no tiene el valor de salir de ahí por miedo a fracasar, pero no se dan cuenta de que la única forma de crecer es hacer cosas que te desafían más allá de tus límites.
Así que cada vez que piensas que no tienes ninguna posibilidad, ese es precisamente el momento en que tienes que empujar más fuerte. Es entonces cuando tienes que elegir ser mejor en lo que haces, perfeccionar tus habilidades, trabajar más en ti mismo.
Es cuando tienes que pensar: «aquí es donde otros se rindieron, pero yo no voy a hacer lo mismo, voy a empujar más fuerte”.
Ese es el poder que tienes dentro de ti.
Rafael Avilés Ledergerber
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