Siempre habrá algún tipo de obstáculo en tu camino cuando intentas conseguir algo en la vida.
En ocasiones estos obstáculos te parecerán una señal de que debes dejar de hacer lo que sea que estés intentando lograr, o quizá te hagan sentir que el mundo, o incluso otras personas, están “en tu contra”.
Sin embargo, normalmente estos obstáculos son simplemente creencias limitantes que tienes en tu mente y que te detienen a encontrar soluciones a los desafíos que encuentras en tu camino.
Piensa en esto: ¿qué pasaría si estuvieras preparado para enfrentarlos? Podrías transformar cada situación negativa en aprendizaje, nuevas habilidades o una forma diferente de caminar hacia tu objetivo.
Aquí están 3 obstáculos que debes superar para tener éxito y cómo hacerlo.
1. Miedo
El miedo te impide ir tras las cosas que quieres porque te mantiene en la comodidad de lo que ya tienes y de lo que ya conoces. Pero el miedo también puede empujarte a trabajar más duro a vivir la vida que quieres para ti.
En cada oportunidad tienes dos opciones: puedes usar el miedo como combustible para motivarte o dejar que te quite todo lo bueno que estás buscando.
¿Cómo hacerlo?
El miedo y la emoción son en realidad el mismo sentimiento. Y es un sentimiento que puedes controlar. Así que, cuando sientas miedo, dile a tu mente que en realidad estás EMOCIONADO.
Cada vez que enfrentes un reto que te da miedo asumir, cada vez que veas con temor un obstáculo delante de ti, cada vez que sientas que te rindes porque no está dentro de tus posibilidades, decide utilizar el miedo a tu favor.
2. Diálogo interior negativo
Las cosas que te dices a ti mismo tienen un gran impacto en tu vida. Sí, tus palabras influyen en tus pensamientos, en tus acciones y en todo lo que sucede a tu alrededor.
¿Cómo te hablas a ti mismo? ¿Eres alguien que dice cosas como «estoy orgulloso de mí mismo por haber hecho esto«, o eres alguien constantemente negativo sobre lo que eres capaz de hacer?
Un diálogo interior negativo puede ser uno de tus mayores obstáculos. Ese hábito de señalar lo que está «mal» en lo que haces y lo que eres, puede convertirse en un enorme drenaje de energía.
¿Cómo resolverlo?
Usa una regla muy simple: no te digas a ti mismo algo que no le dirías a alguien más. Piensa antes de hablarte: «¿le diría estas cosas a mi amigo?, ¿le llamaría tonto o incompetente?«. Probablemente no, ¿verdad? En cambio, lo motivarías y le darías ánimo.
Sé consciente de lo que piensas y lo que te dices. Sustituye los mensajes negativos por positivos y desarrolla la confianza que necesitas para lograr tus objetivos.
3. Intentar ser perfecto
¿Cuántas veces has pospuesto tus sueños y metas porque no era el momento adecuado o el plan no era lo suficientemente bueno?
Tratar de ser perfecto puede matar tu creatividad y tu motivación. Las circunstancias no siempre serán las adecuadas, el momento no siempre será perfecto y lo que visualizas en tu cabeza no siempre se reproducirá perfectamente en la realidad.
¿Qué hacer entonces?
En lugar de intentar ser perfecto todo el tiempo, comprométete a avanzar y aprender de los errores que cometas en el camino.
Y cada vez que te enfrentes a ese deseo incontenible de tener todo “perfecto” para empezar, recuerda esta frase: hecho es mejor que perfecto.
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Recuerda que siempre encontrarás obstáculos en tu vida. Justos e injustos. Y descubrirás, una y otra vez, que lo más importante no es cuáles son estos obstáculos sino cómo los enfrentas.
Rafael Avilés Ledergerber
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