Estamos perdiendo nuestra capacidad de comunicarnos. Por el ritmo frenético que vivimos nuestras vidas y en esta era digital en la que nos encontramos, existe una gran desconexión entre nosotros y los demás. Muchas veces pensamos que estamos haciendo un buen trabajo, pero cuando le preguntas a las personas, es todo lo contrario. Muchas se sienten poco apreciadas, poco escuchadas.
De hecho, estamos perdiendo nuestra capacidad de escucha. Estudios indican que cuando nos comunicamos pasamos casi el 60% de nuestro tiempo escuchando, pero nos quedamos solo con el 25% de lo que oímos. Si a eso le sumamos los filtros que usamos inconscientemente – como valores, creencias, expectativas o intenciones – nos alejamos aún más de la realidad y escuchamos realmente solo a lo que le prestamos atención.
Aquí están las 3 cosas que quiero compartir contigo esta semana:
1. Aléjate de los malos hábitos al hablar. Hay ciertos comportamientos en los que todos solemos caer al hablar y nos alejan de los demás. Aprende a identificarlos y comprométete a erradicarlos de tu vida.
- Chismear. Hablar de alguien que no está presente.
- Juzgar a los demás. Calificar todo con base en nuestros estándares o creencias.
- Negatividad. Lo contrario a propagar luz y claridad en el mundo.
- Poner excusas. Echar la culpa a los demás y no asumir responsabilidad por nuestras acciones.
- Exageración. Sobredimensionar todo (peor aún cuando se convierte en mentira).
- Dogmatismo. Confundir los hechos con las opiniones.
2. Incorpora estas buenas prácticas. Existen 4 pilares muy poderosos cuando nos comunicamos, cimientos en los que podemos pararnos si queremos que al hablar nuestras palabras sean poderosas y hagan cambiar el mundo.
- Honestidad. Ser claros y rectos en lo que se dice.
- Autenticidad. Simplemente ser uno mismo.
- Integridad. Hacer lo que se dice, ser personas en las que se puede confiar.
- Amor. Tener buenas intenciones al hablar, desear el bien siempre.
3. Una cosa más. Falta algo. Una cosa que hace que todo lo demás tenga sentido. ¿Cuál es el enlace perdido? La EMPATÍA. La empatía y la escucha van de la mano. ¿Por qué? Porque escuchar te demuestra que te importa. No puedes mostrar empatía si no escuchas. Las buenas habilidades de escucha se están convirtiendo rápidamente en una especie en peligro de extinción debido a la sobrecarga de información y la reducción de la capacidad de atención.
Ser amable es más importante que tener razón. Muchas veces lo que la gente necesita no es una mente brillante que hable, sino un corazón especial que escuche.
La calidad de nuestra escucha determina la calidad de nuestra influencia en los demás. Las personas quieren ser escuchadas y quieren ser respetadas. Escuchar transmite respeto y genera confianza, hagamos juntos un cambio en el mundo.
Que tengas una semana extraordinaria y llena de bendiciones.
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Rafael Avilés Ledergerber
Presidente Ejecutivo
Ecuaprimas
