Este fin de semana pude correr mi décima maratón en 10 años. Y aunque suene como una gran hazaña, lo increíble no es haber terminado esta carrera. Ni las 9 anteriores. Lo realmente asombroso es que hace 10 años no había corrido nunca en mi vida.
No solo eso, odiaba correr. Me parecía la cosa más aburrida y sin sentido, ¡mucho menos pensar que yo sería capaz de correr 42 kilómetros seguidos! Pero cuando te desafías a ti mismo a hacer cosas que nunca has hecho, te das cuenta de que las limitaciones están solo en tu cabeza y de que eres capaz de lograr cualquier cosa que te propongas.
Así, hace 10 años, inspirado por una charla de motivación personal, me propuse correr 5 maratones, en 5 ciudades diferentes, en 5 años consecutivos. Y lo hice. Sin haber corrido antes ni siquiera 5 kilómetros, me inscribí en mi primera maratón y me puse a entrenar. Y desde ahí no he parado. He corrido una maratón cada año y espero seguirlo haciendo el resto de mi vida.
Hoy te invito a romper los paradigmas que te están deteniendo a cumplir tus sueños. Aquí están las 3 cosas que he aprendido corriendo maratones.
1. No necesitas tenerlo todo para empezar.
De pequeño era bien gordito y de adulto llegué a pesar 250 libras. Así que no es cierto que solo ciertas personas tienen las habilidades para lograr cosas extraordinarias o que tu destino está sentenciado por dónde naciste o de dónde vienes. Tú tienes la capacidad de crecer. Tú decides cómo quieres que sea tu vida. Tú construyes tu futuro.
La clave está en tener PERSEVERANCIA para enfrentar los obstáculos, RESILIENCIA en las derrotas y HUMILDAD en los triunfos. No se trata de ganar siempre, se trata de no darse por vencido nunca. Si tienes un sueño, lucha por él.
2. No necesitas tener superpoderes.
Yo no entreno todos los días, pero tengo el compromiso necesario para entrenar de forma constante, buscando un equilibrio en mi vida. No se trata de ser invencible o de nunca equivocarse. Para triunfar en la vida, para conquistar tus metas, para alcanzar tus sueños, lo que necesitas es DISCIPLINA y VOLUNTAD.
Cuando te propones algo de verdad, necesitas disciplina para hacer lo que tienes que hacer cuando tienes que hacerlo, tengas o no ganas de hacerlo. Así de simple. Y necesitas una voluntad inquebrantable que solo se consigue si tienes una verdadera convicción en ti mismo y en que eres capaz de lograr cualquier cosa que te propongas, aún en los momentos más difíciles.
3. No necesitas hacerlo solo.
En mi preparación y entrenamiento, el apoyo de mi familia es fundamental. Y en las carreras, su compañía y aliento me dan el impulso que necesito cuando siento que no puedo más. Nadie triunfa en la vida por sí solo y aquellos que lo intentan siempre terminan perdiendo. Así que entiende de una vez que hay mucha gente a tu alrededor que cree en ti y que está dispuesta a apoyarte siempre.
La pregunta entonces es, ¿estás dispuesto a trabajar por tus sueños? ¿Estás realmente dispuesto a hacer lo que haya que hacer para alcanzarlos?
Solo tú tienes la respuesta. Pero TIENES QUE EMPEZAR YA. El tiempo pasa y si sigues esperando a que llegue el momento “perfecto” para empezar, quizás tus sueños queden para siempre simplemente como sueños.
Rafael Avilés Ledergerber
CEO Ecuaprimas