Muchas personas están sufriendo el dolor que ha traído la pandemia. Algunas están luchando contra la enfermedad, otras han visto partir a sus seres queridos. Pero no dimensionamos la situación hasta que la vivimos en carne propia o con alguien muy cercano. Mientras tanto, seguimos pensando que esto solo le pasa «a los demás».
Mi esposa y mi hija mayor se contagiaron de Covid-19. Luego de casi 3 semanas de aislamiento y de padecer todos los síntomas de este virus, hoy se encuentran bien y fuera de peligro. Y aunque todavía quedan algunas secuelas de la enfermedad, nos sentimos bendecidos y afortunados de que lo peor haya pasado.
Las palabras de mi esposa lo dicen todo:
“Gracias a Dios y a la mejor doctora del mundo que estuvo conmigo en mis peores días. Pasar por esto es duro, además que uno está solo. Suena injusto contagiarte a pesar de cuidarte, pero lo peor es salir e ir contra la corriente y tener que pedir a las personas que usen mascarilla, porque la mayoría de las veces uno se lleva un disgusto… hay que entender que la mascarilla es el respeto a los demás y el que yo use una TE PROTEGE MÁS A TI QUE A MÍ.”
Todos estamos impactados emocionalmente de alguna manera en estos momentos: miedo, ansiedad, dificultades económicas, exceso de noticias negativas y advertencias sobre lo que se debe y no se debe hacer.
Pero es momento de pensar en los demás. Puede ser que tú seas una persona joven, fuerte y sana. Que te sientas invencible. Pero cada vez que pienses que esto no te va a pasar a ti y decides salir sin tomar medidas como si no pasara nada, puedes ser la vía para que otros se contagien.
Estamos todos cansados por el uso de la mascarilla y empujados al límite por meses de distanciamiento social, lo sé. Entre la esperanza por la llegada de la vacuna y las noticias por los rebrotes en todas partes, perdemos el contacto con nuestro propio sentido común atrapados en medio de tanta información.
Pero estoy aquí para decirte que cuando el Covid-19 te afecta a ti o a alguien que amas, es brutal. Así que haz lo que puedas para evitarlo. Estamos en medio de una pandemia global y usar una simple mascarilla puede salvar vidas. Es demasiado tarde para salvar a los que se han ido, pero con ese pequeño y simple acto, definitivamente podemos todavía salvar a muchos.
No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero puedes comenzar donde estás y cambiar el final. C.S. Lewis
Así que la próxima vez que oigas a alguien decir que “no pasa nada” o que no le dé importancia al cuidado y protección que todos estamos obligados a tener, dile “NO LO HAGAS POR TI, HAZLO POR LOS DEMÁS”.
Aunque te den ganas de arrancarte la mascarilla y hacer todas las cosas que hacías antes, recuerda que en esta incertidumbre y desconcierto que estamos viviendo, tú puedes hacer la diferencia.
Rafael Avilés Ledergerber
CEO Ecuaprimas