Elegimos pasar nuestros días preocupándonos por lo que podría traer el futuro. Elegimos quejarnos de nuestras circunstancias actuales y de lo que falta en nuestras vidas. Elegimos pasar una gran parte de nuestro tiempo pensando con «qué pasaría si«.
Sí, hay incertidumbre, es verdad. Pero si te tomas el tiempo de mirar, también hay oportunidades y una enorme creatividad que alimenta la esperanza para el futuro. Tú decides qué quieres ver. Tú decides en qué quieres pensar. Porque en lo que te enfocas, se expande.
Y con esto no estoy diciendo que solo por pensar en cosas positivas todo va a estar bien, porque lo que viene va a ser duro y va a ser complicado. Lo que estoy diciendo es que, si quieres cambiar tu futuro, tienes que actuar.
Tus creencias preceden a tus acciones, y tus acciones preceden a tus resultados. Así que, al final, los resultados son el final de una cadena que inicia con el pensamiento. Y para salir de esto vas a necesitar toda la energía que puedas tener. Porque cuando las cosas se ponen difíciles, tienes que esforzarte mucho más.
1. En lo que piensas te conviertes.
Si quieres cambiar tu mundo tienes que prestar más atención a tus pensamientos, porque ellos son los que le dan forma a tu vida. Cuando permites que se acumulen pensamientos negativos, comienzas a proyectar estos pensamientos en todo lo que haces. Cambia ese patrón. Llena tu mente con pensamientos positivos sobre tu futuro y comienza a actuar.
¿Qué es lo que necesitas en tu vida? ¿Cuáles son las cosas que crees que te harán feliz? Hazte la pregunta y luego deja que tu voz interior te dé una respuesta. Ten fe. Sé paciente. Con tus pensamientos haces tu mundo.
2. Lo que sientes, atraes.
Donde pones tu atención determina tu estado emocional. Y tu estado emocional determina tu nivel de acción y tu nivel de resultados. Así que, si estás pensando en cosas que tienen que ver con la preocupación, con el miedo, con el estrés, vas a actuar en consecuencia. Pero, si eres capaz de pensar diferente, vas a crear una sensación positiva que te dará seguridad y confianza, y te empujará a la acción.
Tienes mucho que dar al mundo. Supera esos pensamientos que te detienen y comienza a concentrarte en lo que quieres para ti y, al hacerlo, cambiarás tu vida.
3. Lo que imaginas, lo creas.
Imagina todo lo que quieres para tu vida como si estuviera sucediendo. Antes de dar un paso hacia el futuro, imagina lo que quieres que haya en él. Visualiza todas las cosas que esperas que te sucedan. Por muy difícil o imposible que parezca aquello que imaginas, vale la pena intentarlo.
Mantén una mente abierta. Decide desviar tu atención de las cosas que te hacen infeliz a las que pueden brindarte tranquilidad y seguridad. Pon tu enfoque y tu energía en lo que deseas para ti. Decide vivir la vida que quieres cambiando tus pensamientos y las creencias que te limitan.
Créelo y lo lograrás.
Rafael Avilés Ledergerber
Gracias por leer el blog. Si quieres recibirlo cada semana solo haz clic en el botón “Seguir” que está en la parte inferior de la pantalla (versión móvil) o en la parte superior derecha de la página (versión web).